Soñar puede cumplir la función de una terapia nocturna marcando los límites
de los recuerdos dolorosos.
En un experimento reciente, se aplicaron escaneos cerebrales sobre
personas que habían visto fotografías provocativas antes de irse a dormir. El
resultado fue un descenso de energía en las partes del cerebro que controlan
las emociones durante la fase REM (el momento del sueño en el que soñamos).
Además de esto, a la mañana siguiente los sujetos a estudio habían
reducido el impacto emocional de las imágenes vistas el día anterior. El sueño
REM por lo tanto puede ayudarnos a superar situaciones difíciles en nuestra
vida.
Por qué dormimos sigue siendo una incógnita, y más aún la relación entre
el sueño y nuestro bienestar emocional, según ha declarado el neurólogo de la
universidad de Berkeley Mattew Walker, responsable del estudio.
Ya existían comprobaciones anecdóticas sobre los beneficios terapéuticos
del sueño, así como el efecto positivo tras unas cuantas horas de sueño.
Datos clínicos nos pueden demostrar que algunos trastornos de ansiedad y
desordenes de estrés pueden generar problemas de sueño.
Con esto somos conscientes de una pequeña pero básica parte de la
relación entre nuestras vidas emocionales y nuestras vidas oníricas.
Dormir
ayuda
Para el experimento, Walker y su equipo dividieron a 34 voluntarios
jóvenes y sanos en dos grupos. Los individuos de cada grupo vieron 150 imágenes
en intervalos de 12 horas mientras se les observaba con un escáner cerebral
MRI.
Las imágenes, que han sido utilizadas en cientos de experimentos, podían ser desde objetos insulsos hasta
retratos de accidentes que rozaban el gore.
El primer grupo veía las fotografías una vez por la mañana y otra vez
por la noche sin haber dormido por el medio, mientras que los segundos las
veían una vez antes de acostarse y otra por la mañana cuando se levantaban
Los voluntarios que habían dormido entre las visualizaciones tenían una
reacción emocional mucho más suave respecto a la primera visualización.
Los resultados de los escaneos del MRI durante la fase REM, la actividad
cerebral en la amígdala (parte del cerebro encargada de las emociones), y
permite que el córtex pre frontal (zona más racional) procese el impacto de las
imágenes minimizándolo.
Cuando los sujetos experimentan un evento emocional, la química del
estrés actúa, priorizando en él, y posteriormente recordándole al cerebro el
hecho durante el sueño, de acuerdo con las declaraciones de Walker en su
estudio aparecido el 23 de Noviembre en la publicación Current Biology.
En algún momento entre el inicio del evento y el posterior punto de
recuperación de la información, el cerebro ha desarrollado un truco para
discriminar las emociones de la memoria.
"Es lo que llamamos terapia nocturna" Walker
¿Soñar no es una cura total?
Pero el experto en sueño David Kuhlmann ha dicho que “el equipo de
estudio ha rebasado ligeramente algunos límites a la hora de establecer sus
conclusiones.”
Soñar, no es la cura para todos los problemas emocionales, como ha
apuntado Kuhlmann, director médico de medicina del sueño del Bothwell Regional
Health Center en Sedalia, Missouri.
A través del sueño, acrecentamos las habilidades para superar
situaciones de estrés, algo diferente a que el sueño REM elimina completamente
los malos recuerdos, según ha apuntado el doctor.
Ambos expertos coinciden en que dormir es a menudo menospreciado en el
mundo médico, y este descubrimiento puede tener una relevancia bastante alta en
cuestiones de salud.
Walker ha apuntado que la principal conclusión de su último trabajo
demuestra que durante el sueño el cerebro tiene funciones reparadoras, al
contrario de las creencias anteriores que pensaban que simplemente descansaba y no hacía nada.
De cualquier manera, el estudio nos enseña que dormir tiene enormes
beneficios a la hora de mantener nuestra salud emocional y mental
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