Si a veces no te apetece demasiado tener sexo, no estás sola.
Al parecer casi la tercera parte de las mujeres y el 15% de los hombres
experimentan falta de deseo sexual con regularidad. Sin embargo, algunos
factores pueden variar esa ecuación y, si se convierten en un hábito, pueden
incluso cambiar tu vida sexual.
Un repaso a algunas de las cosas que te ayudarán a que
vuelvan las "ganas" a tu vida sexual:
1. Planea más salidas nocturnas a solas. Olvida esos planes
en el sofá viendo pelis en pijama, para estimular la libido hay que vestirse,
salir a la calle y ver mundo. A veces es suficiente con ir al cine en lugar de
ver la película en casa para que el sexo remonte. Debes abandonar la rutina,
hacer cosas nuevas, ver a tu pareja en otro contexto y en compañía de otras
personas.
2. Cambia la píldora. Los cambios hormonales suelen impactar
sobre el deseo sexual. Prueba a cambiar la píldora anticonceptiva por otra.
Algunos anticonceptivos reducen la producción de testosterona y el deseo sexual
se viene abajo. Igualmente aunque no tomes ningún anticonceptivo los cambios
hormonales propios del ciclo menstrual pueden poner en crisis tu libido.
3. Divide las tareas domésticas. Si una de las partes de la
pareja carga con toda la responsabilidad del hogar, o con buena parte de ella,
es normal que caiga en la cama derrotada. Ni sexo ni nada, lo único que quiere
es dormir.
4. Prepara tu habitación para el romance y el sexo. Si tienes
niños es normal que tu habitación sea un desastre, y que esté más cerca de un
campo de batalla que de un sitio sugerente y romántico para un encuentro
sexual. Los terapeutas del sexo sugieren mantener a los niños y a las mascotas
fuera de la habitación matrimonial para mantener el misterio y no contaminar
los ambientes.
5. Saca tiempo para el sexo. Si lo tienes que apuntar en tu
agenda, hazlo. Es uno de los consejos que los terapeutas dan a sus pacientes.
Al sexo hay que dejarle espacio.
6. Antes del sexo des estrésate. Los factores estresantes de
cada día, el trabajo, los niños, el tráfico, el dinero, etc. contribuyen a que
llegues a casa con las revoluciones disparadas. Necesitas volver a la calma,
para ello es buena idea intentar tomar un baño o leer. Se trata de liberar tu
mente y disminuir la producción de cortisol para favorecer el deseo sexual.